PASAJE BÍBLICO

Romanos 10:5-15

RECURSOS PARA PREDICAR

Por Richard Niell Donovan
Traducción por Ángeles Aller


EXÉGESIS:

ROMANOS 10: EL CONTEXTO

Al mirar versículos 5-15, hemos de recordar su relación con el resto del capítulo. Anote la abundancia de palabras con las que Pablo conecta un pensamiento con otro: “mas” (vv. 2, 6, 8, 14, 18, 21) – “y” (vv. 14, 15) – “porque” (vv. 3, 4, 5, 10, 12, 13, 16, 18 – la NRSV no incluye “Porque” al empezar versículo 5, pero sí aparece en el griego) – “porque” (v. 9) – “luego” (v. 17) – “Mas” (v. 19) – “E (y)” (v. 20). Pablo nos recuerda una y otra vez que no podemos comprender partes de este capítulo aisladas de su contexto.

A lo largo de capítulos 9-11, Pablo habla de la salvación de Israel y la ampliación de la salvación para incluir gentiles. La incredulidad de Israel es un problema (9:30-33), pero Pablo expresa “la voluntad de mi corazón y mi oración… para salud” (10:1). “Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia” (10:3), no han logrado comprender que “el fin de la ley es Cristo, para justicia á todo aquel que cree” (10:4).

ROMANOS 10:5: LA JUSTICIA QUE ES POR LA LEY

5(Porque) Moisés describe la justicia que es por la ley: Que el hombre que hiciere estas cosas, vivirá por ellas.

La NRSV no incluye “Porque,” pero sí aparece en el griego. Esto demuestra que versículo 5 nace de vv. 1-4, donde Pablo expresó “la voluntad de mi corazón y mi oración á Dios sobre Israel, es para salud,” y su error “ignorando la justicia de Dios,” al preferir establecer su propia justicia.

En vv. 5-7, Pablo contrasta: “Moisés describe la justicia que es por la ley” (v. 5) con “la justicia que es por la fe” (v. 6). Hay dos voces aquí – la de Moisés y la de justicia que es por la fe. Es interesante que las escrituras que cita Pablo, Levítico 18:5 y Deuteronomio 30:11-14, ambas son del Tora, y Pablo daría por hecho que Moisés escribió ambos. Entonces, parece que Pablo pone a Moisés contra Moisés. Sin embargo, Pablo “puede estar llamando a Jesús ‘la Justicia por la Fe,’ lo cual explicaría la personificación” (Witherington, 262).

“Que el hombre que hiciere estas cosas, vivirá por ellas” (v. 5). Pablo hace una paráfrasis de Levítico 18:5, donde Moisés dijo, “Por tanto mis estatutos y mis derechos guardaréis, los cuales haciendo el hombre, vivirá en ellos: Yo Jehová.” Israel basaba su salvación en la obediencia de las ordenanzas de Dios, y la devoción de Israel a la ley de Dios – aunque imperfecta – distinguía Israel de otras naciones. Había, sin embargo, dos problemas relacionados con Israel y su capacidad de guardar de la ley de Dios:

• El primero era su falta repetida a la ley. La ley exigía un alto nivel de obediencia, al cual, en gran parte, Israel no lograba llegar.

• Por si mismo, eso no hubiera sido fatal si Israel hubiese apreciado el papel de la fe en la salvación – pero no lo hizo. Pablo dijo que Israel “no ha llegado á la ley… Porque la seguían no por fe, mas como por las obras de la ley: por lo cual tropezaron en la piedra de tropiezo (9:31-32). La ley, cuya intención era ayudar y guiar, se convirtió en una piedra de tropiezo cuando Israel llegó a depender en ella en vez de depender en la fe – cuando buscaron establecer su propia justicia en vez de sujetarse a la justicia de Dios (10:3).

ROMANOS 10:6-8: LA JUSTICIA QUE ES POR LA FE

6Mas la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto es, para traer abajo á Cristo): 7O, ¿quién descenderá al abismo? (esto es, para volver á traer á Cristo de los muertos). 8Mas ¿qué dice?

Cercana está la palabra,
en tu boca y en tu corazón.
Esta es la palabra de fe, la cual predicamos.

“Mas la justicia que es por la fe” (v. 6a) contrasta con “la justicia que es por la ley” (v. 5). Antes, Pablo habló de “justicia por la fe” (9:31) y “la justicia de Dios” (10:3).

“No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto es, para traer abajo á Cristo): O, ¿quién descenderá al abismo? (esto es, para volver á traer á Cristo de los muertos). Mas ¿qué dice? Cercana está la palabra, en tu boca y en tu corazón” (vv. 6b-8). Pablo alude a Deuteronomio 30:11-14, donde Moisés dijo:

11Porque este mandamiento que yo te intimo hoy,
no te es encubierto,
ni está lejos:
12No está en el cielo, para que digas:
¿Quién subirá por nosotros al cielo,
y nos lo traerá y nos lo representará, para que lo cumplamos?
13Ni está de la otra parte de la mar, para que digas:
¿Quién pasará por nosotros la mar,
para que nos lo traiga y nos lo represente, á fin de que lo cumplamos?
14Porque muy cerca de ti está la palabra,
en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.

Moisés enfatizó que, cuando Dios mandó la observación de la ley, no requería algo imposible. La ley no estaba distante de Israel (en el cielo o más allá del mar), en vez, estaba presente con ellos (“en tu boca y en tu corazón”).

“No digas en tu corazón” (v. 6) alude a Deuteronomio 9:4, donde Moisés advirtió a Israel, “No discurras en tu corazón cuando Jehová tu Dios los habrá echado de delante de ti, diciendo: Por mi justicia me ha metido Jehová á poseer esta tierra; pues por la impiedad de estas gentes Jehová las echa de delante de ti.” Moisés advertía contra una actitud presuntuosa por parte de Israel – pensando que había logrado excelencia personal. Esta alusión apoya el énfasis de Pablo en “justicia que es por la fe” (v. 6) en vez de “justicia que es por la ley” (v. 5) – y apoya el hecho que la verdadera justicia es un don de Dios en lugar de algo ganado.

Sin embargo, justo antes de estos versículos de Deuteronomio, Moisés habló de las maldiciones que resultarían del pecado (Deuteronomio 27:11-26) y las bendiciones que resultarían de la obediencia a la ley de Dios (Deuteronomio 28:1-14). Advirtió a Israel de las consecuencias de desobediencia (Deuteronomio 28:15-68). Claramente, esperaba que Israel desobedeciera y sufriera esas consecuencias. Pero entonces, “después de lo peor del exilio, dará una gran vuelta. Deuteronomio 30 predice el regreso del exilio, señalando a la renovación espiritual y moral que hará este regreso posible y apropiado. Israel regresará a YHWH con toda su alma y corazón (30:2, 6). YHWH reversará la cautividad de Israel, y reunirá su pueblo (vv. 3-5). YHWH circuncidará el corazón de Israel, para amar a YHWH, para que Israel pueda vivir (v. 6). Otra vez la bendición seguirá si Israel obedece ahora (vv. 8-10). Y la bendición central es la vida misma: Dios les ha puesto la vida delante (v. 15), la vida que resulta de guardar los mandamientos (v. 16), contraria a la desobediencia que incurre la muerte (vv. 17-18)… El capítulo entero podría ser titulado, ‘obediencia nueva que trae vida nueva’” (Wright, 659).

Pablo omite las últimas palabras de la cita de Deuteronomio – “para que la cumplas” (Deuteronomio 30:14). Al hacer esto quiere enfatizar la justicia lograda por fe en vez de justicia lograda por la observación de la ley, y la frase “para que la cumplas” está muy a favor de justicia lograda por la observación de la ley.

Pablo vuelve a interpretar estos versículos de Deuteronomio para hablar de Cristo en lugar de los mandamientos, preguntando: “¿Quién subirá al cielo? (esto es, para traer abajo á Cristo)” (v. 6) y “¿quién descenderá al abismo? (esto es, para volver á traer á Cristo de los muertos)” (v. 7). Al hacer esto, Pablo revela un significado escondido de estos versículos de Deuteronomio que solo podría comprenderse después de la resurrección. El paralelo entre las palabras de Deuteronomio 30 y la experiencia de Cristo (su ascensión al cielo y descenso al abismo – véase Efesios 4:9-10) seguro que apoyan esta nueva interpretación. El paralelo más significante se encuentra entre los mandamientos y Cristo como el camino a la gracia de Dios que da vida. La venida de Cristo no abolió los mandamientos, en cambio, los acercó a su cumplimiento más alto (Mateo 5:17) – haciendo accesible la gracia de Dios en maneras que antes no existían.

“En contraste con el énfasis en hacer que aparece en Levítico 18, para Pablo el énfasis que aparece en Deuteronomio 30 está en creer… Puede tomar Levítico 18:5 como ‘justicia por la ley’…precisamente porque así es como la mayor parte de sus compatriotas parecen comprender ‘la ley de justicia.’ Y puede tomar Deuteronomio 30:11-14 como ‘justicia por la fe,’ no solo porque habla de una obediencia más profunda, …pero también porque sus palabras revelan el señorío cósmico de Cristo proclamado en el mismo Evangelio” (Dunn).

“Cercana está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe, la cual predicamos”(v. 8). Igual que los mandamientos no estaban “demasiado lejos,” sino “en tu boca y en tu corazón” (Deuteronomio 34:11, 14), así también Pablo asegura a estos cristianos romanos que la palabra de fe está cerca – “en tu boca y en tu corazón” (v. 8). Pablo anota, “esta es la palabra de fe, la cual predicamos” (v. 8). “Su propio anuncio de Jesús como Señor resucitado… es parte de la respuesta a la oración de 10:1” (Wright, 664).

ROMANOS 10:9-13: CREED, CONFESAD, SED JUSTIFICADOS Y SALVADOS

9Que si confesares con tu boca al Señor Jesús (kurion – de kurios), y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 10Porque con el corazón se cree para justicia; mas con la boca se hace confesión para salud. 11Porque la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será vergonzado. 12Porque no hay diferencia de Judío y de Griego: porque el mismo que es Señor de todos, rico es para con todos los que le invocan: 13Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.

“Que si confesares con tu boca al Señor Jesús (kurios), y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo” (v. 9). En v. 8, Pablo dijo, “Cercana está la palabra, en tu boca y en tu corazón.” Ahora nos dice lo que esto significa en sentido práctico. La palabra en nuestra boca (v. 8) significa confesar que Jesús es el Señor (v. 9). La palabra en nuestro corazón (v. 8) significa creer en la resurrección (v. 9). Una rareza: El orden parece al revés. Uno ha de creer antes de poder confesar. Pablo adopta el orden de confesar/creer porque Deuteronomio 30:14 pone “boca” antes de “corazón”: “Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas” (Deuteronomio 30:14).

La palabra kurios se utiliza miles de veces para referirse a Dios en el Septuagésimo (la versión griega del AT). Aunque la palabra kurios no siempre se refiere a Dios, Pablo claramente pretende utilizarla de esa manera en este versículo, así poniendo a Jesús al mismo nivel de Dios. “Las implicaciones que resultan son asombrantes… Quiere decir que la autoridad de Jesús es absoluta, sin límites, y universal” (Mounce, 209).

Hoy, confesar con la boca a Jesús como Señor a menudo se limita a la alabanza en el santuario de una iglesia. Invitamos a gente a confesar su creencia en Jesús como Señor durante el rito bautismal o al recitar del credo, pero eso es todo prácticamente. En otros lugares titubeamos en el momento de anunciar que Jesús es el Señor, no sea que ofendamos a alguien. Estamos conscientes – demasiado conscientes – de que vivimos en un mundo multicultural donde gente tiene creencias variadas, y estamos conscientes – demasiado conscientes – de la posibilidad de pisar la religiosidad de los demás. Cuando leemos este versículo “si confesares con tu boca al Señor Jesús,” debemos pensar en el lugar donde cristianos romanos hacían esto. Roma consideraba a César ‘Señor,’ y requería que sus ciudadanos y súbditos dijeran, “César es Señor.” Proclamar Jesús como el Señor era incitar cargos de deslealtad o traición, los cuales eran castigados por la muerte. Es probable que algunos cristianos a quienes Pablo escribió esta epístola conociesen a otros cristianos que habían muerto por confesar que Jesús es el Señor – y aún así, continuaron proclamando en público – y así la iglesia prosperó, nutrida por la sangre de santos.

“y creyeres en tu corazón” (v. 9). Ambos el Antiguo y el Nuevo Testamento utilizan la palabra ‘corazón’ para referirse al centro de la persona. “En más de trescientos casos (en el AT) donde la palabra se refiere al corazón humano, lleva significado espiritual y se refiere a la relación que una persona tiene con Dios… Este significado de la palabra corazón en el Antiguo Testamento continúa en el Nuevo Testamento… Como en el Antiguo Testamento, la palabra corazón del Nuevo Testamento… puede indicar mente, voluntad, y sentimientos, pero la manera en que Pablo utiliza la palabra, refiriéndose a la calidad espiritual o religiosa de la vida humana, expresa la idea que todas estas partes de una persona se determinan espiritualmente… Con el corazón uno cree (Romanos 10:10), desea (1:24), obedece (6:17), y cumple la voluntad de Dios (Efesios 6:6)” (Myers, 471). Cuando Pablo habla de creer con el corazón, claramente se refiere a algo más grande que un mero asentimiento intelectual. Creencia de corazón es una fuente que nace en el centro de nuestro ser, y no solo determina lo que pensamos sino también como actuamos y la dirección en que llevamos nuestras vidas.

“Dios le levantó de los muertos” (v. 9). “La confesión de Jesús como Señor va inmediatamente seguida por la referencia de Dios levantando a Jesús de la muerte. Ambos se confiesan juntos precisamente porque Jesús es el Señor resucitado. Además, la resurrección claramente distingue la confesión de Jesús como Señor de otras confesiones del mundo greco-latino” (Witherington, 263).

“Porque con el corazón se cree para justicia; mas con la boca se hace confesión para salud” (v. 10). Pablo reversa el orden de v. 9, poniendo la creencia antes de la confesión – un orden más convencional.

En v. 10 Pablo utiliza dos palabras, justicia y salud, que aunque tengan significados diferentes, están sin embargo relacionadas. Justicia es el proceso por el que una persona se cuenta como justa y acercada a una relación justa con Dios. Salvación viene como resultado de justicia, e incluye liberación del pecado y el castigo.

“Todo (griego: pas – todos) aquel que en él creyere, no será vergonzado” (v. 11). Una traducción literal del griego sería: “Todo el que cree en él no será avergonzado.” En este caso, la traducción literal parece preferible, porque “Todo” indica el carácter inclusivo de la obra salvadora de Dios. La idea es que todo el que cree en Jesús será salvado – ambos judíos y gentiles.

Esta alusión a Isaías 28:16 (cf. Joel 2:26) fue desarrollada más profundamente en Romanos 9:33, donde Pablo lo citó de esta manera: “Como está escrito: He aquí pongo en Sión piedra de tropiezo, y piedra de caída; Y aquel que creyere en ella, no será avergonzado.” “Isaías habla de salvación por medio de fe (y nada más), y esto significa que está disponible para todos. Pablo simplemente no deja lugar a dudas que todo creyente disfruta de esta promesa. Ninguno será avergonzado” (Morris, 386-387).

“Porque no hay diferencia de Judío y de Griego: porque el mismo que es Señor de todos, rico es para con todos los que le invocan” (v. 12). Antes, Pablo dijo, “porque no hay diferencia; Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (3:22-23). En capítulo 3, “estar destituidos” era nuestro pecado. En capítulo 10, “estar destituidos” es la gracia de Dios.

“Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo” (v. 13). Pablo se refiere a Joel 2:32, “Y será que cualquiera que invocare el nombre de Jehová, será salvo.” El contexto original era “el día grande y espantoso de Jehová” (Joel 2:31), y los salvados debían ser del “monte de Sión y Jerusalén” (Joel 2:32). En Romanos, sin embargo, “todos” toma un carácter más general porque “no hay diferencia de Judío y de Griego: porque el mismo que es Señor de todos, rico es para con todos (judío y gentil) los que le invocan” (v. 12).

Invocar el nombre del Señor significa hacer una llamada para ayuda – una llamada para la salvación, sea una salvación temporánea (la salvación de peligros inmediatos) o salvación escatológica (la salvación eterna).

En su contexto original, “el Señor” hubiera significado YHWH, pero Pablo interpreta “Señor” como Jesús – un hecho aparente por su “Señor Jesús” de v. 9.

ROMANOS 10:14-15: CUAN HERMOSOS SON LOS PIES

14¿Cómo, pues invocarán á aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán á aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? 15¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian el evangelio de la paz, de los que anuncian el evangelio de los bienes!

Las cuatro preguntas en estos versículos explican porque es necesario predicar el Evangelio. Pablo acaba de decir, “Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” Esta promesa es maravillosa, pero muchas personas no han invocado el nombre del Señor. En algunos casos, han rehusado hacerlo porque están en rebelión contra el Señor. En otros casos, han descuidado hacerlo por estar consumidos con otras preocupaciones. Pero, en muchos casos, no han invocado el nombre del Señor porque no saben nada del Señor. Necesitan que alguien se lo diga.

Las cuatro preguntas en estos versículos son progresivas e incluyen lo necesario para que gente invoque el nombre del Señor (v. 13):

• El primer requisito es que crean (14a).

• Pero no pueden creer en el Señor si no oyen (saben) de él (v. 14b).

• Y no pueden oír del Señor si nadie se lo proclama (v. 14c).

• Y no se puede hacer ninguna proclamación a no ser que ésta sea enviada (v. 15a).

“¿Y cómo predicarán si no fueren enviados?” (v. 15a). ¿Enviados por quién? ¡Por Dios! La iglesia también está involucrada en enviar. Ordena gente para varios tipos de ministerio y les provee recursos – pero simplemente actúa como representante de Dios que, para empezar, fue el que llamó a la gente al ministerio. Dios es el que llama y envía, y Dios es el que habilita.

Hoy, a veces oímos historias de gente que toma una Biblia – quizá una Biblia de Gideon en un hotel – y, al leerla, se acerca a la creencia y la salvación. Pablo no habla de la posibilidad de leer la palabra, en vez, se enfoca en oír la palabra. La razón es simple. Aunque mucha gente de ese tiempo era literata, la mayoría no lo era – y los que sí lo eran tenían acceso limitado a materiales de lectura. Casi sin excepción, si conocían a Cristo, era porque alguien se lo dijo. Aunque ahora vivimos en un mundo donde alfabetización y materiales de lectura son algo común, la mayor parte de la gente llega a conocer a Cristo porque alguien se lo dice.

“¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian el evangelio de la paz, de los que anuncian el evangelio de los bienes!” (v. 15). Pablo se refiere a Isaías 52:7, que dice, “¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que publica la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salud, del que dice á Sión: Tu Dios reina!” En su contexto original, Isaías hablaba de mensajeros que traían noticias de libertad babilónica – y de la alegría de aquéllos que oían las noticias del mensajero. Todos esos mensajeros parecerían maravillosos para gente que recibía sus buenas noticias. Hasta los pies del mensajero – una parte del cuerpo que generalmente no se considera bello – parecerían bellos a causa de las buenas noticias que traían. Esos pies eran, al fin y al cabo, los pies que trajeron al mensajero a través de millas de carreteras para poder traer buenas noticias.

ROMANOS 10:16-21: ¿NO HAN OÍDO?

Estos versículos no están incluidos en la lección del Evangelio de esta semana, pero es bueno saber lo que dicen. Pablo dice que el problema de Israel no es que no han escuchado, sino que no han obedecido. “Mas digo: ¿No han oído? Antes bien, Por toda la tierra ha salido la fama de ellos” (v. 18). Entonces dice que Dios ha escogido provocar a Israel “celos con gente que no es mía” (v. 19). Aunque Pablo no explica el propósito de Dios, claramente es para devolver Israel al rebaño, poniéndoles celosos de su atención hacia gentiles. Entonces, Pablo cita a Isaías, que cita a Dios diciendo, “Fui hallado de los que no me buscaban” – Gentiles (v. 20). Pablo concluye diciendo, “Mas acerca de Israel dice: Todo el día extendí mis manos á un pueblo rebelde y contradictor” (v. 21). Estos versículos claramente revelan la frustración de Pablo (y la frustración de Dios también) con la falta de obediencia de Israel. No obstante, en 11:1-10, nos dirá que el rechazo de Israel no es final. Encuentra esperanza en “reliquias por la elección de gracia” (11:5). Dios no ha abandonado a Israel, sino continúa llamando y atrayendo a su gente.

TEXTO CITADO DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS procede de Spanish Reina Valera, situada enhttp://www.ccel.org/ccel/bible/esrv.html. Utilizamos esta versión de la Biblia porque consta de dominio público (no bajo protección de derechos de propiedad).

BIBLIOGRAPHY:

Dunn, James D. G., Word Biblical Commentary: Romanos 9-16, Vol. 38B (Dallas: Word Books, 1988)

Morris, Leon, The Epistle to the Romanos (Grand Rapids, Michigan: William B. Eerdman’s Publishing Co, 1988)

Mounce, Robert H., The New American Commentary: Romanos, (Broadman & Holman Publishers, 1995)

Myers, Allen C. (ed.), The Eerdmans Bible Dictionary (Grand Rapids: William B. Eerdmans Publishing Company, 1987)

Talbert, Charles H., Smyth & Helwys Bible Commentary: Romanos (Macon, Georgia: Smyth & Helwys Publishing, Inc., 2002)

Witherington, Ben III, and Hyatt, Darlene, Paul’s Letter to the Romanos: A Socio-Rhetorical Commentary(Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publishing Co., 2004)

Wright, N. Thomas, The New Interpreter’s Bible: Acts, Romanos, 1 Corinthians, Vol. X (Nashville: Abingdon Press, 2002)

www.sermonwriter.com

www.lectionary.org

Copyright 2007, Richard Niell Donovan