Comentario

Estudio de la Biblia

Lucas 13:10-17

Por Richard Niell Donovan
Traducción por Ángeles Aller

LUCAS 13:10-17. UN RESUMEN

Esta historia sigue los talones de una serie de incidentes relacionados. En este incidente, el que se opone a Jesús es el líder de la sinagoga – parte la elite religiosa. Jesús acaba de presentar una fuerte denuncia contra los fariseos y abogados (11:37-54) – también contra miembros de la elite religiosa. Entonces, caucionó a sus discípulos de la hipocresía de los Fariseos (12:1-3). Después habló de la necesidad del arrepentimiento, diciendo, “si no os arrepintiereis, todos pereceréis” (13:5).

Esta historia se parece a 6:6-11 (Marcos 3:1-6), la historia de un hombre con una mano seca, y 14:1-6, de un hombre hidrópico. En cada una de estas tres historias, Jesús sana en el Sábado y se le oponen líderes religiosos. En 6:6-11, Jesús defendió sus acciones preguntando si era lícito hacer bien en los Sábados. En 14:1-6, anotará que es permisible sacar un buey de un pozo en el Sábado – un argumento que se parece al de nuestra lección del Evangelio.

¿Qué significa respetar el Sábado sagrado? Hoy, cristianos tienden a mirar la observación sagrada de manera casual. Para la mayoría de cristianos hoy, esta observación incluye, a lo sumo, una hora de alabanza pública cada semana. Aparte de eso, nos sentimos libres para entretenernos con trabajo, recreación, y compras. Nos vendría bien recobrar lo que significa tiempo sagrado – tiempo para honrar a Dios. Ser libres de la ley no nos libera de nuestra responsabilidad. Si el príncipe de la sinagoga erró siendo demasiado legalista acerca del Sábado, es más probable que nosotros erremos siendo demasiado casuales acerca las maneras y el tiempo que pasamos honrando a Dios.

Esta es la última vez que Jesús aparece en una sinagoga en este Evangelio. Está claro que su oposición crece y se intensifica mediante sus victorias sobre oponentes con las discusiones verbales que acompañan sus curaciones.

LUCAS 13:10-13. MUJER, LIBRE ERES

10Y enseñaba en una sinagoga en sábado. 11Y he aquí una mujer que tenía espíritu de enfermedad (griego: pneuma echousa astheneias – con espíritu enfermo) dieciocho años, y andaba agobiada, que en ninguna manera se podía enhestar. 12Y como Jesús la vio, llamóla, y díjole: Mujer, libre (griego:apolelusai – de la misma raíz de la palabra luei en v. 15 y luthenai en v. 16) eres de tu enfermedad. 13Y puso las manos sobre ella; y luego se enderezó, y glorificaba á Dios.

“Y enseñaba en una sinagoga en sábado” (v. 10). Es costumbre para Jesús asistir la sinagoga (4:16), y a menudo le invitan a enseñar. Al escribir Lucas este Evangelio, el templo había sido destruido, y el centro de la vida religiosa judía se encontraba en las sinagogas.

“Y he aquí una mujer que tenía espíritu de enfermedad (pneuma echousa astheneias) dieciocho años” (v. 11a). Literalmente, la mujer tiene “un espíritu de debilidad o enfermedad” (pneuma echousa astheneias). En versículo 16, su condición se describe como una atadura a Satanás, aunque Jesús no lo trata como un exorcismo. Ha sufrido dieciocho años, y en un tiempo en que la expectativa de vida es corta, eso constituye la mitad de una vida.

“y andaba agobiada, que en ninguna manera se podía enhestar” (v. 11b). Lucas, el médico, relata una condición médica – una que él, como médico humano, no podría curar.

Un problema de postura de esta magnitud interferiría con tareas diarias y relaciones sociales. Pondría presión en los órganos del cuerpo, afectando la salud de varias maneras. La mujer es forzada a pasar la vida mirando hacia abajo a la tierra en vez de hacia arriba al cielo. No puede mirar a la gente a los ojos.

“Y como Jesús la vio, llamóla” (v. 12a). La mujer vino a alabar y no para ser sanada. No se acerca a Jesús ni pide ser curada. No se menciona de la fe de la mujer. En vez, Jesús toma la iniciativa – Jesús llama a la mujer – es la fe de Jesús que prepara el trasfondo de su curación.

“Mujer, libre (apolelusa) eres de tu enfermedad” (v. 12b). La palabra griega, apolelusai, viene de la misma raíz de la palabra luei (desatar) en versículo 15 y luthenai (liberar) en versículo 16. Igual que la palabra creativa de Dios tiene poder (Génesis 1:3, 6, etcétera), así también la palabra de Jesús tiene poder.

“Y puso las manos sobre ella; y luego se enderezó, y glorificaba á Dios” (v. 13). “Hubo numerosos fallos de decoro del Sábado en este incidente antes de ocurrir la curación,” como llamar la atención de una mujer durante alabanza y tocarla, arriesgándose a quedar profanado ritualmente (Nickle, 148).

Generalmente, poner las manos va acompañado de oración, pero aquí no se menciona. La curación es inmediata. Se endereza y empieza a glorificar a Dios.

LUCAS 13:14. NO EN DÍAS DE SÁBADO

14Y respondiendo el príncipe de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese curado en sábado, dijo á la compañía: Seis días hay en que es necesario (griego: dei – un imperativo divino – mandado por Dios) obrar: en estos, pues, venid y sed curados, y no en días de sábado.

“Y respondiendo el príncipe de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese curado en sábado, dijo á la compañía” (v. 14a). El príncipe de la sinagoga no le regaña a Jesús ni se dirige a él directamente, quizá porque ha oído que Jesús ha vencido a otros líderes religiosos al ser retado directamente. El príncipe de la sinagoga tampoco regaña a la mujer que, al fin y al cabo, no pidió esta curación. En cambio, se dirige a la multitud, así regañando indirectamente a Jesús y a la mujer. Aunque entendemos que estaba equivocado, debemos admirar su voluntad de llevar a cabo lo que él consideraba su responsabilidad con Dios y el Sábado, corriendo el riesgo de confrontar la sabiduría de Jesús con la suya.

“Seis días hay en que es necesario obrar” (v. 14b). El Cuarto Mandamiento (Éxodo 20:8-11; Deuteronomio 5:12-15) prohíbe trabajar los Sábados. Cita el ejemplo de Dios, que descansó el séptimo día, y requiere que el día se guarde sagrado. Al pueblo judío no solo se le prohíbe trabajar en el Sábado, pero también se les prohíbe trabajar a sus siervos o animales. El Sábado y las regulaciones dietéticas, más que nada, ayudan a definir al pueblo judío. Exactamente lo que constituye trabajo en el Sábado es una discusión que continúa entre rabíes, quienes han elaborado las reglas de observación apropiadas para el Sábado.

“en estos, pues, venid y sed curados, y no en días de sábado” (v. 14c). La queja del príncipe de la sinagoga viene de la enfermedad crónica de la mujer. Ha sufrido dieciocho años, su enfermedad no es aguda, y no está en peligro de muerte. Las leyes del Sábado prohíben viajar los sábados, entonces ella y Jesús aún estarían en la ciudad al terminar el Sábado. El Sábado es para honrar a Dios, entonces, ¿por qué no puede Jesús honrar a Dios manteniendo sagrado el Sábado (libre de trabajo) y sanar a la mujer después de terminar el Sábado? ¡Buena pregunta! Si la curación se hubiese retrasado unas horas, el sábado se hubiera respetado y la mujer sería sanada – ¡dos por el precio de uno!

Estamos tan acostumbrados a esta historia que fácilmente echamos de lado las preocupaciones honestas, aunque equivocadas, del líder de la sinagoga. Si este hombre fuera necio, la historia perdería su fuerza. Pero tiene una posición de responsabilidad e intenta proteger lo que él entiende como sagrado. Lo que no logra comprender es que obras de compasión son sagradas. El Tora, cuya intención es revelar la voluntad de Dios, se ha convertido en un velo que le cubre los ojos.

Jesús tiene palabras fuertes para este hombre, pero también tiene palabras fuertes para Marta (10:41-42), Pedro (Mateo 16:23), y para su propia madre (Lucas 2:49; 8:21; Juan 2:4). El hecho de que Jesús regaña a una persona no significa que la persona sea necia.

Cada persona en un puesto de autoridad lucha por mantener los estándares y límites apropiados. ¿Dónde se dibuja la raya? ¿Qué excepciones vas a aceptar? ¿Qué consecuencias impones por no mantener los estándares? Padres, profesores, empresarios, supervisores, oficiales de la ley y líderes religiosos luchan con estos temas. En esta historia, Jesús pide que no dividamos tanto las reglas hasta el punto que perdemos de vista a la persona necesitada. Es cosa de Dios ayudar a una persona así. “El sábado por causa del hombre es hecho; no el hombre por causa del sábado” (Marcos 2:27).

LUCAS 13:15-16. ¿NO CONVINIÓ DESATAR A ESTA HIJA DE ABRAHAM?

15Entonces el Señor le respondió, y dijo: Hipócrita (griego: hupokritai – actores), cada uno de vosotros ¿no desata (griego: luei – liberar – de la misma raíz de la palabra apolelusai en v. 12 yluthenai en v. 16) en sábado su buey ó su asno del pesebre, y lo lleva á beber? 16Y á esta hija de Abraham, que he aquí Satanás la había ligado dieciocho años, ¿no convino (griego: ouk edei – ¿no es necesario? ¿No es la voluntad de Dios?) desatarla (griego: luthenai) de esta ligadura en día de sábado?

“Hipócrita cada uno de vosotros ¿no desata en sábado su buey ó su asno del pesebre, y lo lleva á beber?” (v. 15). La palabra “hipócrita” la dirige a “cada uno de vosotros.” Esto indica que Jesús se refiere a este hombre y a aquéllos que comparten su manera de pensar. El príncipe de la sinagoga dirigió su crítica a la multitud en vez de dirigírsela a Jesús, pero Jesús les responde directamente a él y los suyos. Si el príncipe de la sinagoga pretendía establecer su autoridad dirigiéndose a la multitud, Jesús pronto establece que es él el que está a cargo y no el príncipe de la sinagoga.

La hipocresía del príncipe de la sinagoga tiene que ver con su inconsistencia:

– El príncipe cree que el Tora permite ayudar animales en el Sábado – pero no humanos.

– El príncipe cree que, en el Sábado, es aceptable liberar (luei) un animal que ha estado atado unas horas pero que no es aceptable liberar (luthenai – de la misma raíz de la palabra luei) a una mujer que ha pasado dieciocho años atada. Es importante anotar que, si fuera depravado de agua por un día, el animal no moriría. También debemos anotar que sería posible llenar una artesa con agua antes del Sábado y atar a los animales de manera que tengan acceso al agua. Agua para el animal no es cuestión de vida o muerte más que lo es la espalda doblada de esta mujer. No obstante, este líder de la sinagoga permitiría la pérdida de un animal en el sábado para disminuir la incomodidad del animal, pero critica a Jesús por extenderle a esta mujer una compasión similar. No debemos pensar que esto constituye discriminación contra la mujer a causa de su género. En el próximo capítulo, Lucas relatará una controversia parecida cuando Jesús sana un hombre hidrópico (14:1-6).

• El príncipe de la sinagoga cree que es sagrado “amar misericordia” (Miqueas 6:8), pero no durante el Sábado sagrado.

• El príncipe considera que liberar a una mujer de servidumbre a Satanás en el Sábado es una violación de la ley del Tora.

“Y á esta hija de Abraham, que he aquí Satanás la había ligado dieciocho años, ¿no convino (edei – de dei – un imperativo divino que refleja la voluntad de Dios) desatarla de esta ligadura en día de sábado? (v. 16). En vez de violar la ley del Sábado, la liberación de esta mujer concuerda con las intenciones del Sábado y, en vez de disminuir la observación del Sábado, la embellece.

“esta hija de Abraham” (v. 16). Esta frase solo ocurre aquí en el Antiguo y Nuevo Testamento, pero la frase, “hijo de Abraham,” ocurre varias veces, una de ellas en este Evangelio (19:9) cuando Jesús restaura Zaqueo como hijo de Abraham. Antes, Jesús advirtió contra ignorar el arrepentimiento por el hecho de ser hijos de Abraham. Advirtió, “puede Dios, aun de estas piedras, levantar hijos á Abraham” (3:8). Esto no significa que ser hijo o hija de Abraham es inconsecuente. En vez, significa que la verdadera calidad de hijo o hija incluye más que un linaje físico.

Jesús discute de menor a mayor. Si está bien perder un buey o un burro en el Sábado, debe estar bien perder a una hija de Abraham a quien Satanás tiene atada. Es trabajo sagrado mostrar compasión en el Sábado. Es obra sagrada derrotar a Satanás en el Sábado.

LUCAS 13:17. MAS TODO EL PUEBLO SE GOZABA

17Y diciendo estas cosas, se avergonzaban todos sus adversarios: mas todo el pueblo se gozaba

De todas las cosas gloriosas que eran por él hechas.

“Y diciendo estas cosas, se avergonzaban todos sus adversarios” (v. 17a). Jesús gana esta partida. Sus opositores quedan avergonzados, y “todo el pueblo” se goza. La multitud incluye gente corriente que conoce bien lo que es sufrir. Pueden identificarse fácilmente con la mujer que ha sufrido tanto. Gozan de su liberación de una enfermedad tan debilitante – y también por la incomodidad del príncipe de la sinagoga. A menudo, gente corriente sufre bajo la rígida autoridad de los líderes, y seguro que esta multitud resiente las palabras de este hombre desde-lo-alto. Gozan de ver como se le pone de nuevo en su lugar.

Solo fue recientemente que Jesús dijo, “Fuego vine á meter en la tierra: ¿y qué quiero, si ya está encendido? Empero de bautismo me es necesario ser bautizado: y ¡cómo me angustio hasta que sea cumplido! ¿Pensáis que he venido á la tierra á dar paz? No, os digo; mas disensión” (12:49-51). Ahora vemos este principio demostrado. División seguirá a lo largo del camino de Jesús a Jerusalén.

Podemos imaginar la ira que arde lentamente dentro de los que se oponen a Jesús que no olvidarán su humillación pública. En el momento, no son capaces de retaliación, pero su momento llegará.

TEXTO CITADO DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS procede de Spanish Reina Valera, situada enhttp://www.ccel.org/ccel/bible/esrv.html. Utilizamos esta versión de la Biblia porque consta de dominio público (no bajo protección de derechos de propiedad).

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