PASAJE BÍBLICO

Colosenses 1:15-28

RECURSOS PARA PREDICAR

Por Richard Niell Donovan
Traducción por Ángeles Aller


PASAJE BÍBLICO: Colosenses 1:15-28

EXÉGESIS:

EL CONTEXTO:

El apóstol Pablo y su compañero Timoteo escribieron esta carta a la iglesia en Colosas (v. 1), una pequeña ciudad en Asia Menor (actualmente Turquía). Pablo no había visitado Colosas, pero había recibido noticias de Epafra, el misionero que seguramente fundó allí la iglesia (1:7).

Pablo habla favorablemente de la fe, el amor, y la esperanza de los cristianos colosenses (1:4-5) y reconoce que el Evangelio fructifica y crece en ellos (1:6). Sin embargo, parece que Epafra le ha comunicado a Pablo que hay problemas graves en Colosas – problemas con falsas enseñanzas que algunos eruditos han llamado “la herejía colosense.” Pablo escribe esta carta para ayudar a los colosenses a solucionar estos problemas (en particular, véanse 2:4, 8, 13-16, 18; 3:5, 8, 18 – 4:1).

Aunque Pablo va a dirigirse a esos problemas uno por uno, primero quiere estar seguro de que los cristianos colosenses están bien enraizados en los puntos básicos de la fe – y en Cristo como el centro de esa fe (véase 1:15-20 en particular). Si estos cristianos colosenses pudieran entender mejor la naturaleza y la misión de Cristo – quién era y es y lo que Cristo vino a hacer por ellos – ese entendimiento les daría la fundación necesaria para solucionar los problemas que preocupan a Pablo.

Podemos pensar de la estrategia de Pablo – llenar a estos cristianos colosenses de creencias verdaderas, para que las falsas creencias no encuentren donde asentar – como pensamos de un granjero que se preocupa por el crecer de su hierba y por evitar que malas hierbas encuentren donde asentarse.

También podríamos usar como metáfora la Estrella Polar. Los que navegan por las estrellas encuentran la Estrella Polar particularmente útil. Una vez que la ubican, pueden orientarse y discernir dónde están y saber en qué dirección se mueven. Pueden usar este conocimiento para alejarse de las rocas o de bancos de peces – y para navegar en dirección correcta. En esta carta a los colosenses, Pablo describe a Cristo como su Estrella Polar – el lugar fijo en el cielo por el cual pueden navegar sin peligro – la verdad que les ayudará a evitar las múltiples falsedades que amenazan con descarrilarles.

En versículos 15-20 Pablo incluye doce maneras en las que Cristo es superior a las cosas (cosas como los ángeles) que pueden atraer a los cristianos colosenses. Cristo es:

• La imagen del Dios invisible (v. 15a).

• El primogénito de la Creación (v. 15b).

• El creador de todas las cosas (v. 16).

• El que está antes de todas las cosas (v. 17a).

• El que hizo (y hace) subsistir todas las cosas (v. 17b).

• La cabeza del cuerpo que es la iglesia (v. 18a).

• El principio (v. 18b).

• El primogénito de los muertos (v. 18c).

• El primado (v. 18d).

• El que agrada al Padre porque en él habita toda plenitud (v. 19).

• Por medio de quien Dios eligió reconciliar todas las cosas (v. 20a).

• El que reconcilió todas las cosas con la sangre de su cruz (v. 20b).

COLOSENSES 1:15-20: UN HIMNO A CRISTO, CREADOR Y RECONCILIADOR

15El cual es la imagen (griego: eikon) del Dios invisible, el primogénito de toda criatura. 16Porque por él fueron criadas todas las cosas que están en los cielos, y que están en la tierra, visibles é invisibles; sean tronos (griego: thronoi), sean dominios (griego: kuriotes), sean principados (griego: archai), sean potestades (griego: exousia); todo fué criado por él y para él. 17Y él es antes de todas las cosas, y por él todas las cosas subsisten: 18Y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia (griego: ekklesia); él que es el principio, el primogénito de los muertos, para que en todo tenga el primado. 19Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud (griego: pleroma), 20Y por él reconciliar (griego: apokatallasso)todas las cosas á sí, pacificando (griego: eirenopoieo) por la sangre de su cruz, así lo que está en la tierra como lo que está en los cielos.

Eruditos que estudian la Biblia describen estos versículos como un himno – un canto de alabanza a Cristo. Basan esta creencia en su estilo, vocablo, y contenido, que difieren del texto que los rodea. Filipenses 2:5-11 y Juan 1:1-18 también son ejemplos de himnos en el Nuevo Testamento.

No está claro si estos versículos son originalmente de esta epístola. Es posible que Pablo citara un himno que estos cristianos colosenses ya conocían.

En cualquier caso, Pablo enfatiza la deidad de Cristo a una gente tentada a hincharse “vanamente.” (2:18) y que no se atiene a “la cabeza” (2:19). Les pedirá: “todo lo que hacéis, sea de palabra, ó de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor” (3:17) – pero primero les debe ayudar a entender que Cristo es preeminente.

El cual es la imagen (eikon) del Dios invisible” (v. 15a). Hay una buena razón por la que Dios es invisible. Cuando Moisés pidió ver la gloria de Dios, Dios le dijo, “No podrás ver mi rostro: porque no me verá hombre, y vivirá” (Éxodo 33:20). Ver a Dios sería como tocar una línea de alto voltaje. No estamos diseñados para sobrevivir ese impacto.

“El cual” en este versículo se refiere al Hijo querido (v. 13). Es el Hijo de Dios que es el eikon del Dios invisible.

Un eikon es una imagen o similitud – como la imagen del emperador en una moneda o un niño que es la imagen de su padre. Esta palabra eikon también aparece en 2 Corintios 4:4, donde dice que Cristo es la imagen (eikon) de Dios. Hebreos 1:3 usa una palabra parecida, charakter, para hablar de Cristo como imagen de la substancia del Padre. Las dos palabras (eikon y charakter) representan algo real (Dios) – y por lo tanto no se parecen a las imágenes grabadas prohibidas por la ley del Tora (Levítico 19:4; 26:1) – imágenes de dioses falsos.

Es increíblemente útil tener un eikon “del Dios invisible” – para hacer visible y comprensible lo que de otro modo quedaría sin conocer. Cristo es este eikon. Cuando Felipe dijo, “Señor, muéstranos el Padre” (Juan 14:8), Jesús contestó, “El que me ha visto, ha visto al Padre” (Juan 14:9). Continuó, diciendo que él ha hablado las palabras del Padre y que ha cumplido las obras del Padre (Juan 14:10). Es decir, la vida de Jesús representa al Padre con integridad y exactitud.

Algo parecido aparece en el Prólogo del Evangelio de Juan, donde Juan habla de Jesús como “el Verbo” – que “fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14). Cuando le pregunté a mi profesor de teología por qué Juan llamó a Jesús el Verbo (griego: logos), me dijo que le explicara cómo usamos palabras. Dije, “usamos palabras para comunicar algo de una persona a otra.” Él contestó, “Así es – y eso es lo que Cristo vino a hacer. Vino a comunicar algo entre el Padre y nosotros. Eso es por qué Juan le llama “el Verbo.”

“el primogénito de toda criatura” (v. 15b). En la ley judía y su práctica, el primogénito recibía un puesto especial.

• Dios dijo, “mío es todo primogénito” (Números 3:13) – incluyendo al primer hijo nacido humano (Éxodo 13:2) – “los machos serán de Jehová” (Éxodo 13:12).

• El primogénito de las vacas, las ovejas, y las cabras, debía ser sacrificado a Dios (Éxodo 13:12-15).

• El primer nacido de otros animales (animales impuros) debían ser redimidos por medio del sacrificio de un cordero (Éxodo 34:20). Hijos primogénitos también debían ser redimidos (Éxodo 13:13).

• El hijo primogénito debía recibir doble porción de la herencia (Deuteronomio 21:17).

• Esaú, el primogénito de Isaac, debía haber recibido la herencia, pero su hermano Jacobo le convenció para que se la vendiera a cambio de un plato de potaje (Génesis 25:29ff). Esaú también debía haber recibido la bendición de su padre, pero Jacobo engañó a su padre para que se la diera a él en vez (Génesis 27).

Está claro que la costumbre y la ley judía otorgaba grandes privilegios sobre el primogénito. Es así que Jesús es el primer nacido de toda creación. Pablo no sugiere que Jesús fuera primogénito dentro del orden establecido – de la raza humana. En vez, que Jesús era preeminente – regidor sobre todos regidores – Rey de todos los reyes. Es así que el Salmista, cuando habla de David dice, “Yo también le pondré por primogénito, alto sobre los reyes de la tierra” (Salmo 89:27).

El siguiente versículo (v. 16) deja aún más clara esta interpretación.

“Porque por él (en auto – en él o por él) fueron criadas todas las cosas que están en los cielos, y que están en la tierra, visibles é invisibles” (v. 16a). Vemos algo parecido en el Prólogo del Evangelio de Juan, donde dice:

“En el principio era el Verbo,

y el Verbo era con Dios,

y el Verbo era Dios.

Este era en el principio con Dios.

Todas las cosas por él fueron hechas;

y sin él nada de lo que es hecho, fue hecho” (Juan 1:1-3).

Los cristianos colosenses han sentido la tentación de alabar a los ángeles (2:18). Por eso, ahora Pablo hace un gran esfuerzo para mostrarles que Cristo actuó en la creación de “todas las cosas” – “en los cielos, y que están en la tierra, visibles e invisibles” – es decir, en todo. Si Cristo tomó parte en la creación de todas las cosas, entonces debe ser superior a ellas. Los cristianos colosenses deben reservar su alabanza para Cristo – no para los ángeles ni ninguna otra parte del orden creado.

“sean tronos (thronoi), sean dominios (kuriotes), sean principados (archai), sean potestades(exousia); todo fue criado por él y para él” (v. 16b). Tronos, dominios, principados, y potestades son cuatro facetas del poder:

• Tronos (thronoi) representan la sede de majestad y poder.

• Dominios (kuriotes) tienen que ver con la autoridad y el poder de dirigentes civiles.

• Principados (archai) representan la preeminencia – lo que está antes y sobre todas las cosas.

• Potestades (exousia) tienen la autoridad y la capacidad de cumplir y tomar acción.

Desde nuestra perspectiva cada uno de éstos parece maravilloso. He visto el avión del Presidente – Air Force One – grande e increíblemente grandioso. He leído de sitios majestuosos, propiedades de príncipes árabes. Por televisión, he visto la coronación de la Reina Isabel y la boda de Carlos y Diana. Todas estas cosas son tan grandiosas que casi no se pueden comprender. ¿Cómo sería vivir así?

Pero todos esos tronos, dominios, principados, y potestades fueron criados “por él (Cristo) y para él.” Esto lo pone en perspectiva. El creador es superior a la creación. El alfarero es superior a la arcilla – y a su cerámica. Cristo es superior a todos estos tipos de poder humano.

“Y él es antes de todas las cosas” (v. 17a). De nuevo oímos el eco del Prólogo del Evangelio de Juan: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios” (Juan 1:1-2). En este contexto, la palabra “antes” sugiere dos cosas: (1) cronológicamente, Cristo existió antes del orden creado – por lo tanto (2) Cristo es superior al orden creado.

En los siglos tercero y cuarto, Arias promulgó la Herejía Ariana – que Cristo no existía antes sino que fue creado por el Padre y, por eso, era subordinado al Padre. El Concejo de Nicea declaró esto una herejía en 325 d.C.

“y por él todas las cosas subsisten” (sunesteken – de sunistemi) (v. 17b). El verbo sunesteken está en el presente perfecto, esto sugiere una acción ya completada. Este es otro argumento que Pablo hace a favor de la primacía de Cristo sobre el orden creado. No solo estaba presente durante la creación, pero desde ese momento todas las cosas han subsistido por él.

“Y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia” (ekklesia – iglesia o asamblea) (v. 18a). Pablo usa esta misma imagen un poco más adelante cuando habla del cuerpo de Cristo, “que es la iglesia” (1:24). La palabra griega ekklesia está relacionada a la palabra kaleo, que significa “llamar.” La palabra ekklesia, en la vida secular, se usa para hablar de gente reunida en una asamblea pública.

Los primeros cristianos adoptaron la palabra ekklesia para referirse a cristianos reunidos en alabanza – lo que hoy llamamos “la iglesia.” Traducciones modernas traducen ekklesia como “iglesia” en lugar de “asamblea.”

Aquí Pablo presenta una buena metáfora para la iglesia. Es el cuerpo cuya cabeza es Cristo. Como Pablo anota en otro lugar, cuerpos tienen muchas partes – pies, oídos, ojos, manos, etcétera – todas importantes (1 Corintios 12:12-26). Lo mismo es verdad para la iglesia. Hay muchos miembros, unos distinguidos y otros humildes – pero todos son importantes.

Ahora Pablo dice que Cristo es la cabeza de la iglesia. La cabeza, como la conocemos, es el maestro a cargo de todos los miembros del cuerpo. Un maestro de orquesta guía los movimientos de sus músicos – les ayuda a funcionar en concierto – les da dirección – hace posible que todos logren cosas maravillosas. Así es con la iglesia y con Cristo, su cabeza.

“él que es el principio” (v. 18b). Cristo es el principio porque fue “antes de todas las cosas” (v. 17) y “por él fueron criadas todas las cosas” (v. 16). También es el principio en que su encarnación, muerte, y resurrección comenzaron un nuevo capítulo en la historia de la salvación de Dios.

“el primogénito de los muertos” (v. 18c; véase también Apocalipsis 1:5). En otro lugar Pablo usa una frase parecida pero diferente: Cristo “primicias de los que durmieron es hecho” (1 Corintios 15:20). Ambas frases (primogénito y primicias) nos dicen que la resurrección de Cristo sería la primera de muchas – “Cristo las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida” (1 Corintios 15:23).

“para que en todo tenga el primado” (v. 18d). En su carta a los filipenses, Pablo habla de Cristo, “El cual, siendo en forma de Dios, no tuvo por usurpación ser igual á Dios: Sin embargo, se anonadó á sí mismo, …hecho obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le ensalzó á lo sumo, y dióle un nombre que es sobre todo nombre; Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y de los que en la tierra, y de los que debajo de la tierra; Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, á la gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:6-11).

Es decir, Cristo fue primero en servicio y sacrificio. Ahora es el primero en ser honrado.

“Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud” (pleroma) (v. 19). Esta palabrapleroma tiene que ver con plenitud o abundancia.

Aunque este versículo no mencione a Dios, más adelante Pablo dice, “Porque en él habita toda la plenitud de la divinidad corporalmente: Y en él estáis cumplidos” (2:9-10a). Esto deja claro que versículo 1:9 se debe entender como “Porque a Dios le agradaba que toda plenitud habitara en Cristo.”

Un siglo después, la iglesia tuvo problemas con el gnosticismo, que proponía que lo espiritual es bueno y lo físico es malo. Como resultado, los gnósticos no creían en la Encarnación – que Dios se convirtiera en carne humana y viviera entre nosotros. Decían que solo podíamos llegar a la plenitud (pleroma) de Dios por medio de los ángeles u otras difusiones – que iban vaciándose de su pleroma a medida que se acercaban a nuestra existencia terrenal.

Algunos eruditos creen que la iglesia en Colosas estaba infectada por este punto de vista dualista. Por ejemplo, Pablo criticó a los cristianos colosenses por mantener ciertas reglas como “No manejes, ni gustes, ni aun toques” (2:21) – y por buscar iluminación espiritual a través de “el duro trato del cuerpo” (2:23) – practicas ascéticas que se aproximaban al Gnosticismo. Ahora, en los versículos que abren esta epístola, Pablo quiere corregir este error presentándoles a Cristo, en quien la plenitud de la deidad se agradaba de habitar.

Y por él reconciliar (apokatallasso) todas las cosas á sí, pacificando por la sangre de su cruz, así lo que está en la tierra como lo que está en los cielos” (v. 20a). La reconciliación requiere un cambio dentro de una relación – del mal al bien – de enemistad a amistad. Cuando las naciones practican reconciliación se establece paz entre naciones que previamente habían estado en guerra.

Hay otra palabra griega para reconciliación – kataallasso. Añadiendo apo (de) como prefijo, como hace Pablo, se refuerza el poder de la reconciliación. Es decir, cuando Dios (a través de Cristo) reconcilió todas las cosas, tomó una situación muy hostil y la transformó en una situación pacífica.

Esta reconciliación no es algo que podríamos haber logrado solos. Requería la iniciativa de Dios, ya que nuestra falta de santidad es incompatible con la santidad de Dios. Pablo dice que Dios logró esta reconciliación “por él” (Cristo). Lo hizo a través de la Encarnación, la Crucifixión, y la Resurrección.

La reconciliación está relacionada a varios otros conceptos del Nuevo Testamento – el perdón, la gracia, la justificación, y la redención – pero aun así se diferencia de éstos:

• El perdón es el primer paso hacia reconciliación, justificación, o redención. Necesitamos ser perdonados, y después debemos aprender a perdonar.

• La gracia (griego: charis) es el favor de Dios no merecido.

• La justificación significa un veredicto de “inocente.”

• La redención significa traer libertad al cautivo, generalmente por medio de un pago.

Pablo describe la amplitud de esta reconciliación. Incluye “todas las cosas… lo que está en la tierra como lo que está en los cielos.” Esta reconciliación incluye todas las cosas.

No obstante, por las otras epístolas de Pablo queda claro, que aunque esta reconciliación está disponible a los judíos tanto como a los gentiles, necesitamos aceptarla – y no todos lo hacen. Algunos “detienen la verdad con injusticia” (Romanos 1:18). “Por lo cual también Dios los entregó á inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de suerte que contaminaron sus cuerpos entre sí mismos: Los cuales mudaron la verdad de Dios en mentira, honrando y sirviendo á las criaturas antes que al Criador” (Romanos 1:24-25; véase también Romanos 2:1-16; 2 Corintios 5:10; 2 Tesalónicos 1:5-10).

“pacificando (eirenopoieo) por la sangre de su cruz” (v. 20b). Esta palabra griega eirenopoieo tiene dos partes: eirene (paz) y poeio (haciendo).

Paz (eirene) es una palabra importante que aparece casi cien veces en el Nuevo Testamento. Tiene raíces en la palabra griega shalom, que se usaba frecuentemente en el Antiguo Testamento. El LXX (el Septuagésimo – la traducción griega del Antiguo Testamento) usa la palabra griega eirene para traducir la palabra hebrea shalom casi doscientas veces.

Ambos eirene (griego) y shalom (hebreo) se pueden referir a una paz interna – el bienestar que acompaña una relación profunda con Dios – la plenitud que viene de tener la imagen de Dios, una vez quebrada por el pecado, restaurada en el creyente.

Pero ambos eirene y shalom también se pueden referir a una paz externa – la ausencia de rencor o violencia entre individuos o naciones. Esto es lo que aparece en este versículo. Cristo, a través de su sangre – su cruz – ha establecido la paz entre Dios y los humanos.

Eirene es uno de los frutos del Espíritu (Gálatas 5:22). Tiene raíces en la paz que tenemos con Dios, que nos ha extendido gracia a través de su hijo Jesucristo (Romanos 5:1-2a). Habiendo recibido la gracia de Dios, es de esperar que nosotros también extendamos la misma gracia a los demás. En una comunidad donde gracia es recibida y entregada libremente, eirene (paz) ciertamente prevalecerá.

Cristo ha establecido paz entre Dios y los humanos – ha eliminado la mancha de culpabilidad que hacía imposible a los humanos acercarse al trono divino.

COLOSENSES 1:21-23: LOS COLOSENSES, UNA VEZ EXTRAÑOS, AHORA RECONCILIADOS

21A vosotros también, que erais en otro tiempo extraños (griego: apallotrioo) y enemigos de ánimo en malas obras, ahora empero os ha reconciliado (griego: apokatallasso) 22en el cuerpo de su carne por medio de muerte, para haceros santos (griego: hagios), y sin mancha, é irreprensibles (griego:anegkletos) delante de él: 23Si empero permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído; el cual es predicado á toda criatura que está debajo del cielo; del cual yo Pablo soy hecho ministro.

En versículos 15-20, Pablo declaró doce principios teológicos que mostraban que era Cristo en quien debían poner su fe. Ahora, en versículos 21-23 les recuerda lo que Cristo ha hecho personalmente por ellos – aún más prueba de que deben reservar su alabanza para él – y no para los ángeles.

“A vosotros también, que erais en otro tiempo extraños” (apallotrioo) (v. 21a). Nuestras palabras “extraños” o “enajenados” son excelentes para transmitir el significado de apallotrioo. Mi diccionario dice que enajenar se refiere a una buena relación que se ha estropeado. Eso es exactamente lo que ha pasado con la raza humana. Hemos sido creados en la imagen de Dios y hemos disfrutado de su favor, pero nuestro pecado nos ha enajenado de él.

Es probable que muchos de estos cristianos colosenses fueran gentiles (véase 1:27, 2:13), entonces, lo siguiente del libro de Efesios aplica: “Que en aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la república de Israel, y extranjeros á los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Mas ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz” (Efesios 2:12-14a; véase también Efesios 4:17-24).

“y enemigos de ánimo en malas obras” (v. 21b). No solo fueron malas obras que les alejaron de Dios en el pasado, pero también sus mentes. Obras malas resultan de malos pensamientos – todo empieza en el pensamiento. En su carta a los romanos, Pablo explica cómo funciona esto (véase Romanos 1:18-32).

“ahora empero os ha reconciliado (apokatallasso) en el cuerpo de su carne por medio de muerte”(v. 22a). Véanse los comentarios de versículo 20a acerca del “reconciliado.”

En la encarnación Cristo tomó cuerpo humano – cuerpo de carne como los nuestros (Juan 1:14; Filipenses 2:6-11). Entonces tomó el papel de cordero sacrificado para morir en la cruz por los pecados de toda la humanidad, para que de nuevo pudiéramos ser reconciliados con Dios. Cristo “se entregó á sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio á Dios en olor suave” (Efesios 5:2). La crucifixión de Cristo era la base de la predicación de Pablo. Dijo, “no me propuse saber algo entre vosotros, sino á Jesucristo, y á éste crucificado” (1 Corintios 2:2).

Es significante anotar que Pablo no dice, “sino á Jesucristo, y á éste crucificado y resucitado” (1 Corintios 2:2) – o “pacificandopor la sangre de su cruz y su tumba abierta” (v. 20b) – o “en el cuerpo de su carne por medio de muerte y resurrección” (v. 22a). Pablo cree en la resurrección de Cristo (Romanos 1:4; 4:24-25; 6:4-9, etcétera), pero su enfoque en estos versículos está en la muerte de Cristo en la cruz – su papel de cordero sacrificado – “nuestra pascua, que es Cristo, fue sacrificada por nosotros” (1 Corintios 5:7).

“para haceros santos” (hagios) (v. 22b). La palabra hagios a menudo se traduce “santos,” pero en este contexto significa “sin pecado o recto.” El pueblo de Dios es llamado a ser santo, porque Dios es santo (Levítico 19:2). La santidad es siempre derivativa – derivada de una relación con Dios. Ser santo es ser llamado fuera del mundo pecador para entrar en una relación profunda y obediente con Dios para hacerse más como Dios – más santo – menos pecador como el mundo en general.

Nuestra santidad no es algo que atenemos a través de disciplina espiritual. Todos somos pecadores (Romanos 3:23), pero el sacrificio de Cristo en la cruz tiene el mismo efecto para nosotros que los sacrificios del pueblo judío tenían para ellos – perdona nuestra culpabilidad y nos hace santos en los ojos de Dios – sin pecado y rectos.

“y sin mancha” (v. 22c). Está claro que este lenguaje proviene de la ley judía en cuanto al sacrificio de animales.

• Un sacerdote que tenía cualquier tipo de deformidad física (ceguera, cojera, etcétera) no podía hacer sacrificios en el altar (Levítico 21:16-21). Podía comer el pan santo, pero no se le permitía “ni se allegará al altar” (Levítico 21:22-23).

• Las ofrendas de los sacrificios debían ser “macho sin defecto…Ninguna cosa en que haya falta ofreceréis, porque no será acepto por vosotros” (Levítico 22:19-20).

• Cristo en la cruz fue una ofrenda sin falta (Hebreos 9:14; 1 Pedro 1:19).

“é irreprensibles (anegkletos) delante de él” (v. 22d). Esta palabra anegkletos tiene dos partes: an (no) y egkaleo (acusado). Una persona irreprensible (anegkletos), entonces, es alguien contra quien no se ha levantado ninguna acusación.

De nuevo, debemos enfatizar que nuestra falta de culpabilidad no se debe a nuestro excelente carácter, sino a la obra de Cristo en su cruz. Hemos pecado (Romanos 3:23) – y seguimos haciéndolo a pesar de nuestro mejor esfuerzo (Romanos 7:15-20) – pero somos “justificados gratuitamente por su gracia por la redención que es en Cristo Jesús” (Romanos 3:24).

“Si empero permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio (euangelion) que habéis oído” (v. 23a). A Cristo le agrada “hacernossantos y sin mancha, é irreprensibles” (v. 22), pero requiere nuestra constante lealtad. Aunque hay unos que dicen, “una vez en la gracia, siempre en la gracia” (es decir, una persona, una vez salvada, nunca puede perder esa salvación) este versículo deja claro que a Pablo le preocupa que esta gente, que está en estado de gracia, se aleje “de la esperanza del evangelio que habéis oído.”

Más adelante en esta epístola (3:12), Pablo les pedirá a estos cristianos colosenses que perseveren – que enduren. Se necesita resolución para que cristianos puedan permanecer “fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído” (v. 23).

“evangelio” (euangelion). Pablo usa esta palabra euangelion casi cincuenta veces en sus epístolas para hablar de (1) la salvación que Cristo nos hace posible a cambio de su muerte, entierro, y resurrección o (2) la proclamación de ese mensaje. El euangelion es “potencia de Dios para salud á todo aquel que cree” (Romanos 1:16).

el cual es predicado á toda criatura que está debajo del cielo” (v. 23b). Lo que se proclama es el Evangelio (v. 23a).

Pablo no dice que cada criatura bajo el cielo ya haya oído proclamar el Evangelio – sus esfuerzos misioneros acaban de empezar a rascar la superficie.

• Quizá quiere decir que Dios, de alguna manera, ha hecho el Evangelio accesible hasta para aquéllos que no lo han oído predicar. Vemos un indicio de esto en Romanos 2:13-16, donde reconoce que algunos gentiles, sin el beneficio de la ley judía, aún muestran tener la ley escrita en sus corazones.

• Pero podía estar mirando al futuro – confiando que Dios se asegurará de que el evangelio sea proclamado por toda la tierra.

En el Evangelio de Mateo, las últimas palabras de Jesús a sus discípulos eran lo que llamamos la Gran Comisión:

“Por tanto, id, y doctrinad á todos los Gentiles,

Bautizándolos en el nombre del Padre,

y del Hijo, y del Espíritu Santo:

Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado:

y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días,

hasta el fin del mundo” (Mateo 28:19-20).

A Pablo se le conoce como el apóstol de los gentiles, porque enfatizaba la universalidad del evangelio. Sí, primero era para los judíos, pero ahora el resto de la humanidad también es invitada a ser parte del pueblo de Dios – el pueblo elegido de Dios.

“del cual yo Pablo soy hecho ministro” (diakonos) (v. 23c). Diakonos (siervo) es la palabra griega de donde viene nuestra palabra “diacono.” El Nuevo Testamento deja claro que ser diakonos (diacono) significa servicio humilde. “El que quisiere entre vosotros hacerse grande, será vuestro servidor” (diakonos) (Mateo 20:26; véase también Mateo 23:11).

Es interesante que Pablo mencione que se le ha hecho diakonos (siervo) del evangelio en lugar de unapostolos (apóstol – “enviado”) del evangelio. Pablo es apóstol – el puesto eclesiástico más alto. Sin embargo, entiende que ser llamado por Cristo para cumplir un puesto apostólico significa cumplir un ministerio servicial.

La historia de la transformación de Pablo, quien antes perseguía la iglesia, a un siervo del Evangelio se encuentra en Hechos 9:1-20.

COLOSENSES 1:24-28: PABLO GOZA EN LO QUE PADECE POR ELLOS

24Que ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia (griego: ekklesia); 25De la cual soy hecho ministro, según la dispensación (griego: oikonomia) de Dios que me fue dada en orden á vosotros, para que cumpla la palabra de Dios; 26A saber, el misterio (griego: mysterion) que había estado oculto desde los siglos y edades, mas ahora ha sido manifestado á sus santos (griego: hagios): 27A los cuales quiso Dios hacer notorias las riquezas de la gloria (griego: doxa) de este misterio entre los Gentiles; que es Cristo en vosotros la esperanza de gloria: 28El cual nosotros anunciamos, amonestando á todo hombre (griego:panta anthropon), y enseñando en toda sabiduría, para que presentemos á todo hombre perfecto en Cristo Jesús.

“Que ahora me gozo en lo que padezco por vosotros” (v. 24a). Cuando Pablo habla del sufrimiento, sabe lo que dice:

“De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno.

Tres veces he sido azotado con varas;

una vez apedreado;

tres veces he padecido naufragio;

una noche y un día he estado en lo profundo de la mar;

En caminos muchas veces,

peligros de ríos, peligros de ladrones,

peligros de los de mi nación, peligros de los Gentiles,

peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en la mar,

peligros entre falsos hermanos;

En trabajo y fatiga, en muchas vigilias,

en hambre y sed, en muchos ayunos,

en frío y en desnudez;

Sin otras cosas además,

Lo que sobre mí se agolpa cada día,

la solicitud de todas las iglesias” (2 Corintios 11:24-28).

Esto puede sonar como si Pablo es masoquista – que deriva alguna gratificación perversa del dolor físico o la humillación. Sin embargo no es así. Pablo no goza del sufrimiento común y corriente, pero sí del sufrimiento que resulta de estar en la línea del fuego – de sufrir con propósito – un sufrir con significado eterno. Por eso Pablo puede decir, “Estando atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperamos; Perseguidos, mas no desamparados; abatidos, mas no perecemos” (2 Corintios 4:8-9).

Conocemos bien este tipo de sufrimiento con propósito. A lo largo de los siglos, cristianos se han arriesgado la vida para llevar el Evangelio a lugares primitivos – y todavía lo hacen hoy. Admiramos su voluntad de hacer sacrificios por una gran causa. Aunque estemos tranquilos porque Dios no nos ha llamado hacia este tipo de sacrificio, parte de nosotros envidia a estas personas por el gran propósito que tienen sus vidas.

“y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia”(ekklesia) (v. 24b). Pablo no sugiere que el sufrimiento de Cristo en la cruz carecía de eficacia. En vez, dice que Cristo, habiendo ascendido de nuevo a su reino celestial, ya no está disponible para absorber la ira de los enemigos de Dios. Pablo y otros siervos cristianos ahora son los que están en la línea del fuego. Están sufriendo, pero su sufrimiento tiene propósito. Sufren por el bien del cuerpo (la iglesia).

Véanse los comentarios anteriores de versículo 18a para ver el significado de ekklesia.

“De la cual soy hecho ministro” (diakonos) (v. 25a). En versículo 23, Pablo habló de ser siervo de las Buenas Noticias – el Evangelio. Véanse los comentarios de versículo 23 acerca de diakonos.

Ahora Pablo habla de ser siervo de la iglesia – la ekklesia – la comunidad de fe reunida (v. 24b-25a).

“según la dispensación (oikonomia) de Dios que me fue dada en orden á vosotros, para que cumpla la palabra de Dios” (v. 25b). La palabra oikonomia generalmente se refiere a la administración (nomos – distribución, ley) de un hogar (oikos – casa).

En este versículo Pablo habla de la oikonomia de Dios – la administración de Dios – los arreglos que Dios ha hecho para el funcionamiento de la iglesia. Dios le ha delegado a Pablo varias responsabilidades por el bien de la iglesia – para que se cumpla la palabra de Dios – para que la palabra de Dios se conozca plenamente – para que la palabra de Dios cumpla su propósito.

“A saber, el misterio (mysterion) que había estado oculto desde los siglos y edades” (v. 26a). Un misterio, como usa Pablo la palabra aquí, es la sabiduría espiritual que Dios ocultó por un tiempo y que después reveló a quienes se le acercaban con fe (Romanos 16:25; Efesios 3:9). El Evangelio es un misterio (Efesios 6:19), como lo es Cristo (Colosenses 2:2).

En el libro de Efesios, el escritor (que se identifica como Pablo, v. 3:1) dice:

“por revelación me fue declarado el misterio…

Que los Gentiles sean juntamente herederos, é incorporados,

y consortes de su promesa en Cristo por el evangelio” (Efesios 3:3-6).

Es decir, Dios escogió a los judíos para ser su pueblo desde el tiempo de Abraham, pero mantuvo secreto el hecho que un día Cristo abriría la puerta a los gentiles. Esto es un misterio – sabiduría espiritual que se mantiene oculta por un tiempo y después es revelada por Dios.

“mas ahora ha sido manifestado á sus santos” (hagios) (v. 26b). El misterio, que Dios mantuvo secreto tanto tiempo, ahora es revelado a los santos (hagios). Como se anota en los comentarios de versículo 22b, hagios puede significar santo – sin pecado o recto. Eso es lo que significa en versículo 22. Ahora, en versículo 26 hagios tiene un significado relacionado – santos – un pueblo santo – un pueblo sin pecado. No podemos llegar a esta santidad – esta falta de pecado – por medio de disciplina espiritual. El sacrificio de Cristo en la cruz es esencial. Tiene el mismo efecto para nosotros que los sacrificios del pueblo judío tenían para ellos – nos alivia de la culpabilidad de nuestro pecado y nos hace santos.

Dios ha escogido revelar misterios a algunos, pero no a todos. Como Jesús les dijo a sus discípulos, “A vosotros es dado saber el misterio del reino de Dios; mas á los que están fuera, por parábolas todas las cosas; Para que viendo, vean y no echen de ver; y oyendo, oigan y no entiendan: porque no se conviertan, y les sean perdonados los pecados” (Marcos 4:11-12; véase también Mateo 11:25; Lucas 10:21).

Pero durante la Segunda Venida de Jesús, la revelación será más amplia. Jesús dice, “Porque nada hay encubierto, que no haya de ser descubierto; ni oculto, que no haya de ser sabido” (Lucas 12:2; véase también Mateo 10:26; Lucas 17:30).

“A los cuales quiso Dios hacer notorias las riquezas de la gloria (doxa) de este misterio entre los Gentiles; que es Cristo en vosotros la esperanza de gloria” (v. 27). A Dios le agradaba revelar el misterio a los santos – los hagios (véase v. 26b).

El misterio revelado es “las riquezas de la gloria de este misterio entre los Gentiles” (v. 27b). Dios pactó una relación con Israel, diciéndole a Abraham (mucho antes de que los israelitas existieran como nación):

“Vete de tu tierra y de tu parentela,

y de la casa de tu padre,

á la tierra que te mostraré;

Y haré de ti una nación grande,

y bendecirte he, y engrandeceré tu nombre,

y serás bendición:

Y bendeciré á los que te bendijeren,

y á los que te maldijeren maldeciré:

y serán benditas en ti todas las familias de la tierra” (Génesis 12:1-3).

Anote que la promesa de Dios a Abraham tiene dos facetas:

• Dios prometió hacer de Abraham una gran nación. Dios cumplió esta promesa creando la nación de Israel.

• Dios también prometió, “serán benditas en ti todas las familias de la tierra” – un indicio no muy sutil de que llegará el día en que la relación exclusiva que Israel disfruta con Dios será ampliada para incluir a toda la gente – a los gentiles. Aunque el pueblo judío no solía entender esto, en muchos lugares del Antiguo Testamento hay indicios de la eventual inclusión de los gentiles (Génesis 22:18; Salmo 22:27; 46:10; 65:2, 5; 66:4; 72:11, 17, 19; 86:9; 102:15; Isaías 2:2-4; 9:1; 11:9-10; 24:16; 40:5; 42:1, 6; 45:22-24; 49:1, 6, 22; 55:5; 56:3-8; 60:3; 65:1; 66:18-23; Jeremías 3:17; 4:2; 16:19-21; Daniel 7:13-14; Joel 2:28-32; Zacarías 2:11; 8:22-23; Malaquías 1:11).

Para ver el significado de “misterio,” véanse arriba los comentarios de versículo 26a.

“que es Cristo en vosotros la esperanza de gloria” (v. 27). Recuerde que la mayor parte de estos cristianos colosenses seguramente son gentiles. Eso ya no es un impedimento para su salvación. Cristo en ellos es “la esperanza de la gloria” – la esperanza de experimentar la resurrección de los muertos y ver a Cristo en su gloria.

“El cual nosotros anunciamos” (v. 28a). Es Cristo a quien Pablo proclama – “Cristo crucificado” (1 Corintios 1:23) – “Jesucristo” (2 Corintios 1:19) – “Jesucristo, el Señor” (2 Corintios 4:5).

Nos da una pequeña descripción de su proclamación en su primera carta a la iglesia corintia, diciendo:

“Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí:

Que Cristo fue muerto por nuestros pecados conforme á las Escrituras;

Y que fue sepultado,

Y que resucitó al tercer día, conforme á las Escrituras;

Y que apareció á Cefas, y después á los doce.”

Y nombra varios otros a quienes Jesús se les apareció).

(1 Corintios 15:3-8).

“amonestando (noutheteo) á todo hombre” (panta anthropon) (v. 28b). La palabra griega noutheteosignifica advertir, amonestar, urgir. Es una palabra fuerte que sugiere que Pablo pone mucho esfuerzo y urgencia en su advertencia. Para Pablo, la relación de una persona con Cristo es cosa de vida o muerte, y podemos estar seguros de que Pablo puso todo su ser en proclamarlo.

“á todo hombre” es una traducción literal de panta (cada o todos) anthropon (hombre). Hoy, la mayoría de las traducciones utilizan una palabra neutral como “todos,” que capta bien el sentido del griego original.

Pablo usa “todo hombre” tres veces en este versículo – enfatizando la disponibilidad del Evangelio a cada persona (hombre o mujer). Ya no hay exclusividad – nadie que no sea bienvenido.

“y enseñando en toda sabiduría” (v. 28b). ¿Qué constituye sabiduría? Los griegos premian la filosofía como el conocimiento más alto, pero el Salmista dice, “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová” (Salmo 111:10a). Pablo estaría de acuerdo con el Salmista, claro, pero tiene mucho que añadir:

• Pablo no enseña sabiduría que viene de los grandes pensadores, “porque no sea hecha vana la cruz de Cristo” (1 Corintios 1:17). Si Pablo enfatizara la sabiduría humana en su predicación, esto distraería de la verdadera sabiduría de “la cruz de Cristo.”

• Pablo contrasta la sabiduría humana con la de Dios, que parece una locura, pero de hecho que es infinitamente más sabia que la sabiduría humana (1 Corintios 1:25-27).

• Pablo proclama, “Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría” (1 Corintios 1:30).

Todo esto es importante. La sabiduría de Dios encarnada en Cristo parece una locura, pero la verdad es que es infinitamente sabia. La cruz de Cristo es la máxima expresión de “por Dios sabiduría.” Pablo predica “á Cristo crucificado” que aparece ser “una locura para los griegos” que premian la sabiduría humana. No obstante, Cristo es “potencia de Dios, y sabiduría de Dios” (1 Corintios 1:23-29).

“para que presentemos á todo hombre perfecto (teleios) en Cristo Jesús” (v. 28c). Esta palabrateleios tiene varios significados que incluyen “completo” o “entero” o “maduro” o “sin mancha” o “perfecto.” Solos, no somos ninguna de estas cosas. Sin embargo, Cristo vino a hacernos enteros de nuevo – a tomar nuestra inmadurez y hacernos maduros – a tomar nuestros pecados y dejarnos sin mancha y perfectos ante Dios.

TEXTO CITADO DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS procede de Spanish Reina Valera, situada enhttp://www.ccel.org/ccel/bible/esrv.html. Utilizamos esta versión de la Biblia porque consta de dominio público (no bajo protección de derechos de propiedad).

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